Agua Blanca
Agua Blanca es un lugar arqueológico ideal para ecoturísmo y está situada a 10 minutos en coche en dirección norte desde Puerto López, a la derecha de la carretera que va a Machalilla. Junto al río Buenavista hay un complejo de templos, plazas y viviendas proveniente de la cultura Manteña, una civilización que alcanzó la cúspide de su desarrollo hace más de 1500 años en esta zona.
Para el turista a quien le interese, en el lugar hay un museo arqueológico, urnas funerarias y se pueden observar las costumbres locales practicadas en la ciudad de Agua Blanca, además de poder visitar las atracciones ecoturísticas naturales cercanas, como las fuentes de sulfuro y los bosques secundarios.
El enclave arqueológico de Agua Blanca está situado en el corazón del Parque Nacional Machalilla, siendo el señorío de Salangome el centro cultural más importante. En su época de esplendor, el lugar contuvo cerca de 600 estructuras.
Las ruinas arqueológicas de Agua Blanca están escasamente dispersadas justo al sur de la línea del ecuador (O 1° 30" S, 80° 45” E) en el valle costero del río Buenavista. Representan el núcleo de la ocupación intensiva de la cultura manteña en este valle, además de ser uno de los emplazamientos arqueológicos más grandes y mejor conservados del norte. El lugar de estas ruinas probablemente funcionó como la capital de Salangome, que era uno de los señoríos más poderosos de la costa ecuatoriana. Los señoríos manteños como Jocay, Picoazá y Salangome ejercieron un dominio político y económico sobre un vasto territorio en la costa central de Ecuador, pero hasta la fecha se conoce muy poco sobre sus instituciones políticas, económicas e ideológicas. Durante el período de la cultura manteña (del año 800 dC hasta el 1532), se usó la piedra para la construcción de edificios en asentamientos más grandes. Los sitios arqueológicos actuales que se conservan bien ofrecen la oportunidad de identificar patrones arquitectónicos con una precisión que abrirá nuevas puertas en el análisis de las instituciones sociales subyacentes de las personas que los habitaban.
SILLAS DE PIEDRA DE LA CULTURA MANTEÑA
A la vista, en la superficie del sitio de Agua Blanca, hay restos de los diversos complejos arquitectónicos manteños construidos sobre cimientos de piedra. Además de la importancia del sitio, lo es el hecho de que aún contiene muchos fragmentos de las sillas de piedra de la cultura manteña. Estas sillas (que en su momento fueron el símbolo principal de estatus en la sociedad manteña) están construidas alrededor de ciertas estructuras arquitectónicas. A lo largo de los años, varios investigadores han estudiado las mencionadas sillas de piedra de la cultura machalilla, llegando a interpretaciones que van de más serias a más especulativas. Además, terratenientes locales retiraron algunas sillas de su ubicación original, enviando muchos de estos artefactos al extranjero. Estos envíos tuvieron lugar mayoritariamente durante el siglo XIX, y se realizaron sin llevar un registro preciso de su lugar de origen.
ASENTAMIENTO PREHISTÓRICO DEL VALLE DEL RÍO BUENAVISTA
En 1979 se llevó a cabo un estudio de agrimensura de la parte baja del río Buenavista, empezando desde su desembocadura en la Bahía de Puerto López y acabando en Vueltas Largas, unos 12 km en el interior. El conjunto de superficies incluyó materiales que cubrían todos los períodos culturales hallados en la costa. El asentamiento se formó en Valdivia y se fue expandiendo progresivamente desde ahí. La visibilidad arqueológica de los sitios más antiguos está gravemente dificultada debido a la erosión y a los depósitos aluviales de sedimentos. Como resultado, los patrones del asentamiento delineados en el área son una pobre representación de la ocupación completa del valle. Al final del período cultural precolombino, la ocupación manteña en el valle se estructuraba por medio de una jerarquía de asentamientos bien organizados. Como método provisional de clasificación de los sistemas de asentamiento, se sugiere aplicar los siguientes criterios :
- Centros públicos – compuestos arquitectónicos que incluyen estructuras de piedra de más de 40 metros de largo, además de sus correspondientes sillas de piedra.
- Recintos residenciales primarios – grupos de estructuras de piedra de 10 a 40 metros de largo, además de sus correspondientes sillas de piedra.
- Recintos residenciales secundarios – grupos de estructuras de piedra de menos de 10 metros de largo.
- Grupos de unidades domésticas – en donde la densidad y distribución de la cultura material sugieren un agregado de casas.
- Ocupaciones a corto plazo – en donde la escasa distribución de material sugiere una sola casa o una actividad a corto plazo.
El patrón del asentamiento manteño gira en torno a recintos arquitectónicos residenciales y públicos asociados a las sillas de piedra. Fuera de Agua Blanca no se puede encontrar este tipo de sillas en ningún sitio arqueológico ni dentro ni cerca del territorio del señorío de Salangome. Por lo tanto, parece que Agua Blanca tuvo un importante papel administrativo en el señorío.
AGUA BLANCA MODERNA
Se considera que la era moderna empieza más o menos en 1905. En ese momento ya vivían cinco familias en Agua Blanca, habiéndose mudado ahí desde un área cercana que ahora delimita el Parque Nacional Machalilla. Según contaron los primeros colonos, el terreno era notable por su abundante vegetación. En esa época, Joaquín González, esperando hacerse con la mayor parte de la tierra de la zona, consiguió recolocar los habitantes de sus fincas y forzar la partida de las familias Museo, Fausto, Ramírez y Serafín. Después de lograrlo, González vendió sus posesiones a Prudencio Vallejo, propietario de la posada local. Vallejo registró su tierra comprada bajo el nombre de Hacienda Agua Blanca e inició varios proyectos para explotar sus recursos naturales, como el marfil vegetal y la madera, además de la cría de ganado y de caballos. Durante este período, el marfil vegetal se exportaba a Europa, especialmente a Alemania, partiendo desde Puerto Machalilla, que antiguamente era un distrito. Al pasar el tiempo, Vallejo se convirtió en un gran terrateniente, gracias a su adquisición de varias haciendas cercanas. Después de 1930, la gente que vivía en el área organizó y formó un comité para crear una comunidad (una forma de gobierno local) que les permitiera proteger sus derechos, además de la poca tierra que aún no era de propiedad privada. La lucha para conseguir esta meta duró más de 30 años hasta el 15 de febrero de 1965, cuando la Comunidad de Agua Blanca fue reconocida legalmente como entidad gracias a la Resolución interministerial n.º 33-34. Los primeros representantes de la recién creada comunidad fueron: Humberto Martínez Muños (presidente), Carlos Pilozo Peñafiel (vicepresidente), Elisa Alban Ventura (tesorera), Pedro Alban Ventura (administrador), y José Claudio Pilozo Mera (secretario). Los logros de esta organización incluyen proyectos centrados en la educación y religión de la comunidad. También estableció la casa comunal, que hoy en día alberga el museo arqueológico, supervisado por la comunidad local.
La riqueza cultural y natural del área, además de su belleza escénica, dieron origen a rumores en los años 1976 a 1978 sobre un ambicioso proyecto para crear una zona protegida para la investigación científica. En 1979 se creó el Parque Nacional Machalilla, quedando la Comunidad de Agua Blanca en el centro. Habiendo ejercido un trabajo de campo por más de una década, el proyecto arqueológico de Agua Blanca ha desarrollado una fuerte relación con la comunidad local, basándose en la investigación, la protección y la conservación de los recursos culturales en el Parque Nacional Machalilla. Ahora se considera que el lugar es uno de los mayores centros precolombinos de los Andes norteños, y recibe las visitas de miles de personas al año. El logro más grande de este proyecto es que la comunidad se haya involucrado, ya que los habitantes del lugar ahora supervisan la gestión y la proyección de estos recursos culturales. Un factor crítico y catalizador para este cambio constructivo fue la recuperación de la identidad cultural de la comunidad. Agua Blanca es un ejemplo de cómo una comunidad puede subsistir usando sus recursos naturales y culturales mediante el ecoturismo, sin recurrir a la explotación indiscriminada de los mismos.
CÓMO LLEGAR
La oficina principal está situada 5 km al norte de Puerto López, al lado del puente del río Buenavista, en donde encontrará información sobre visitas a sitios de interés dentro del parque.